sábado, 23 de abril de 2022

 "A POEM WRITTEN ON LEARNING THAT SHAKESPEARE AND CERVANTES BOTH DIED ON THE SAME DAY", 

POEMA DE RAY BRADBURY, PUBLICADO EN 2002 EN SU POEMARIO I LIVE BY THE INVISIBLE.

Feliz Fin de Semana del Libro con este poema de Ray Bradbury a propósito de la supuesta coincidencia en la fecha del fallecimiento de los dos grandes maestros de la literatura inglesa y española respectivamente, Shakespeare y Cervantes. Feliz 23 de abril de 2022, a veinte años de la publicación del poema.

Bibliografía:

Bradbury, Ray 2008 (2002): "A Poem Written on Learning that Shakespeare and Cervantes both Died on the Same Day", I Live by the Invisible: New and Selected Poems. Clare: Salmon Poetry, pp. 13-15.

Bradbury, Ray 2013: Poesía completa. Madrid: Cátedra, pp. 978-983.

Youtube: Canal Poesía y Distopía



domingo, 29 de agosto de 2021

"El ruido de un trueno" ("A Sound of Thunder"), de Ray Bradbury

 LAS DORADAS MANZANAS  DEL SOL

Primera edición, Doubleday, Nueva York, 1953


        The Golden Apples of the Sun, una colección de relatos cortos es publicada por Doubleday, en Nueva York en 1953, dos años después de The Martian Chronicles y un año después de The Illustrated Man. En la obra, al igual que sus predecesoras, estaría destinada a convertirse un clásico de la literatura universal. Al año siguiente de la publicación de la obra, la favorable crítica que recibe la obra en la prestigiosa revista Time hace que Bradbury se gane el sobrenombre de «Poet of the Pulps» ("El poeta de los pulps/Fancines"). Las manzanas doradas del sol es además la colección de relatos que llamaría especialmente la atención del director de cine John Huston, con quien Bradbury acabaría trabajando en Irlanda, como guionista para la película Moby Dick, entre octubre de 1953 y febrero de 1954.


    

En esta colección de relatos, Bradbury demuestra su especial talento para fusionar la fantasía y la ciencia ficción, con relatos como «The Fog Horn» ('El cuerno de niebla'), el relato preferido de Huston, y otros como «A Sound of Thunder» ('El ruido de un trueno'), un auténtico poema en prosa con el que nuestro autor revive a un Tiranosaurio Rex cuarenta años antes que Steven Spielberg. Pero la colección, que no tiene desperdicio, también contiene otros tantos relatos como «The Pedestrian» ('El peatón'), presagio del escenario distópico que Bradbury creará en Fahrenheit 451, «The Flying Machine», que bien podría haberse incluido como un relato más para Crónicas marcianas, «A Sound of Thunder» donde el viaje del tiempo articula las ideas de la ciencia ficción al poner en contacto, en una misma dimensión, pero de más de 200 millones de años, al humano y al dinosaurio. También encontramos otro hermoso relato, «The Wilderness» ('El desierto'), que Bradbury no incluye en la primera edición de The Martian Chronicles, pero sí decidirá incluir en posteriores ediciones de la obra a partir de 1953.

   Quedémonos, en esta ocasión, con el relato que da nombre a toda la colección, «The Golden Apples of the Sun», y que Ray Bradbury toma del célebre poema «The Song of Wandering Aengus», del Nobel de poesía angloirlandés W. B. Yeats (1865-1939), en concreto de su poemario The Wind among the Reeds (1899): 

 

Though I am old with wandering

Through hollo lands and hilly lands, 

I will find out

Where she has gone,

And kiss her lips and take her hands;

And walk among long dappled Grass,

And pluck till time and times are done,

The silver apples of the Moon, 

The Golden Apples of the Sun 


Que podemos traducir como: 


Aunque viejo estoy ya para vagar sin rumbo

entre valles y montañas,
averiguaré dónde se ha ido ella,
y besaré sus labios y cogeré sus manos,

y caminaré por la alta y abigarrada hierba,

y cogeré hasta el fin de los tiempos

las plateadas manzanas de la luna,

las doradas manzanas del sol.




Portada de "Planet Stories" con el relato (1953)

De hecho, en el poema de Yeats, la voz lírica es la de un anciano que rememora un acontecimiento acaecido en su vida mucho tiempo atrás, cuando durante una tarde de pesca capturó una trucha plateada y mágica que se convertiría en una fascinante y hermosa joven, desde entonces causa y origen de esa búsqueda iniciática de sí mismo, durante toda una vida, en un futil intento de encontrar a aquella hermosa doncella que se desvaneció justo al pronunciar su nombre. Tanto en el poema de W. B. Yeats, como en el relato de Bradbury, el lector ha de dar el salto del mundo físico y real de los sentidos al mundo abstracto y simbólico de la fantasía. Leamos un breve fragmento de la escena inicial de  Las doradas manzanas del sol":





Su cohete era el Copa de Oro (en español en el original), también llamado el Prometeo y el Ícaro, y su destino era, con toda certeza, el sol abrasador del mediodía. Con el ánimo por las nubes habían cargado dos mil limonadas y mil botellas de cerveza rubia para este viaje al vasto Sáhara. Y ahora que el sol hervía ante ellos, recordaron un puñado de versos y unas cuantas citas:
—¿Las doradas manzanas del sol?
—Yeats
—¿No vuelvas a temer el calor del sol?
—¡Está claro, Shakespeare!




domingo, 22 de agosto de 2021

       "YO SOY MI ABUELO, MI ABUELO SOY YO"

Portada de la primera edición, en 1957, en la editorial Doubleday.


    Un día como hoy, en la tarde del 22 de agosto de 1920, nacía Ray Douglas Bradbury, hace ciento un años. Su nacimiento se convertirá en un granítico leitmotiv a lo largo y ancho de buena parte de su ingente producción literaria. El nacimiento, por tanto, de Bradbury permanecerá como el punto de partida de sus siguientes procesos literarios. Pero hasta su nacimiento iba a ser diferente, pues Bradbury necesitó diez meses para venir al mundo a contarnos sus historias entre Las manzanas doradas del sol, El vino de diente de león, llevándonos como tripulantes de sus Crónicas marcianas y enseñándonos a apreciar el incalculable valor del olor del papel del libro en Fahrenheit 451. Como modesto aunque sentido homenaje a este maestro de la fantasía y de la ciencia ficción hecha fantasía, quedémonos hoy con esta confesión titulada "I am my Grandfather, My Grandfather is Me", como parte de las reflexiones y confesiones que compartiera con Sam Weller, amigo y destacado biógrafo, el 18 de septiembre de 2010:



«Recuerdo cómo nací cuando vine al mundo. Mi abuelo estaba allí, y sabía que con el tiempo yo recordaría mi nacimiento. Por eso comencé a desarrollarme cuando tenía solo dos años. Él me sentaba en su regazo y me ponía una pequeña radio de cristal en la mano. Era una pequeña radio de cristal con una bobina de alambre de cobre que girabas con una aguja. Me colocaba unos auriculares en las orejas y así podía oír música que venía de miles de millas de distancia. Eso era a mediados de 1922, cuando se acababa de inventar la radio. No había cadenas de radio ni se oían voces humanas, solo una música estaba a más de dos mil millas de distancia. Mi abuelo me puso en contacto con la invención de la radio. Eso era cuando yo tenía dos años, al años siguiente, cuando tenía tres, me dijo que saliera a la calle con un pequeño saco y lo llenara de dientes de león para traerlo a la bodega del sótano. Mi abuelo roció el diente de león en la prensa de vino y me dijo: "Presiona los dientes de león y ayúdame a hacer el vino de diente de león". Así es como me enseñó a hacer el vino de diente de león».
(Weller, Sam, Ray Bradbury: The Last Interview and Other Conversations, págs. 59-69). 


    Bradbury con solo tres años acababa de descubrir el tesoro que se esconde en las buhardillas y los sótanos de las casas de nuestros abuelos o padres, por eso en 1964 Bradbury, como adulto de cuarenta y cuatro años, afirmaría: «Uno de los aspectos más desgraciados de nuestra era es que ya no tenemos buhardillas ni sótanos en los que guardar el pasado».





miércoles, 17 de agosto de 2016

EL RUIDO DE UN TRUENO: DE VIAJE EN EL TIEMPO PASADO

Portada de la edición de la revista donde se publicó por vez primera "The Sound of Thunder" (28 de junio de 1952)

¡QUÉ maravilla volver a estos mundos fantásticos de Bradbury! El relato que hoy nos ocupa ya había sido publicado en la Revista Collier's Weekly, un 28 de junio de 1952. Posteriormente, sería incluido en diversas colecciones de relato corto, siendo la más destacada la primera edición con otros relatos bajo el título R is for Rocket, publicado por Doubleday en Nueva York, en 1962. Esta colección de relatos cortos, R is for Rocket, que comprende diecisiete célebres relatos de nuestro mágico y ungido autor, aunque tiene como espíritu central de la colección el cuento que le da nombre, "R is for Rocket" ("El cohete", en español), la que nos ocupa en nuestra entrada de hoy, "El sonido de un trueno", es la séptima de las historias de la misma. El relato narra la aventura de un grupo de ricos cazadores de safari en una máquina del tiempo que les lleva sesenta millones de años atrás, en el pasado prehistórico. La máquina del tiempo difiere de la de H. G. Wells, y a diferencia del viaje al futuro del protagonista de la novela de Wells, los tripulantes de la máquina que inventa Bradbury viajan al pasado. Lo importante es que en ambas novelas se viaja en el tiempo; pero la historia que nos trae Bradbury es infinitamente más intensa, trepidante y surrealista, cargada de imágenes oníricas con un sugerente lenguaje poético.  Es evidente que el tema central versa sobre el concepto del "efecto mariposa", basado en la teoría física del caos, muy común entre escritores de ciencia ficción y literatura fantástica de la segunda mitad del pasado siglo. Y la clave del relato está precisamente en ese mismo "ruido de un trueno", que no es sino el rugido o bramido del Tyrannosaurus Rex que aparece ante la tripulación poco tiempo después de bajarse de la máquina del tiempo. Ese «ruido del trueno» es una metáfora del ruido del dinosaurio y del hombre frente a frente, del ruido de la vida y de la muerte frente a frente cuando el dinosaurio es abatido por los rifles de estos cruentos viajeros  del tiempo. Pero estos ricos expedicionarios no regresan al mismo tiempo presente que abandonaron, pues la dimensión del tiempo ha cambiado, y se encuentran ante un nuevo mundo, tremendamente diferente y alterado por la aparentemente inofensiva muerte de una mariposa prehistórica. Moraleja, tan grave es matar un gigantesco y monstruoso dinosaurio como una inofensiva y diminuta mariposa. La vida es un inagotable tesoro, sin precio e intocable.  

Primeras páginas del cuento, en la revista Collier's


Interesantes fuentes de internet:


viernes, 22 de abril de 2016

RAY BRADBURY:
"A POEM WRITTEN ON LEARNING THAT SHAKESPEARE AND CERVANTES BOTH DIED ON THE SAME DAY"
Great Shakespeare lost, Cervantes gone 
The sun at noon goes down. The dawn 
Refuses light. Time holds its breath
At this coincidence of death
Then can it be? and is it so
That these twin gods to darkness go
All in a 
day! and none to stop
The harvesting of this fell crop
Each in its field, and each so bright
They, burning, hurled away the night.
Yet night returns to seize its due,
One Spirit Spout? No! Death takes two.
First one. The world goes wry from lack 

Then two! tips world to balance back.
Two Comet strikes within a week,
First Spain, the dumbstruck England’s cheek. 

The world grinds mute in dreads and fears 
Antarctica melts down to tears,
And Caesars ghosts erupted, rise
All bleeding Amazons from eyes,
An age has ended, yet must stay
As witness to a brutal day
When witless God left us alone
By deathing Will, then Spanish clone.
Who dares to try and gauge each pen
We shall not see such twins again. 

Shakespeare is lost, Cervantes dead?
The conduits of God are bled 


And gone the Light, and shut the clay
Two Titans gone within a day,
Two felled by one sure stroke of death,
Christ gapes his wounds, God stops his breath. 

And we are staggered by twin falls
The vastness of the day appalls
As if a tribunal of Kings
From Caesars down to our Royal Things,
A pageant of rich royalty
Were drowned in Time’s obscenity.
Who ordered thus: «Two giants — die.» 

First one and then our other eye
God shut the great, then greatest dream 

One not enough? No, it would seem
A void half full if Shakespeare, done
Went down to doom at sunset’s gun.
So then lamenting, then with laugh,
God seized and filled the other half. 

Cervantes pulled across the sill
To heart of Comet brim and fill.
God sent both forth, twin stars whose fire 

Birthed whales and beauteous beasts for hire 
And long years since we beg for rides
Where Cervantes plus Shakespeare hides 

Their fall? knocked echoes round the Stage 
And still we reckon our outrage
Because where is the sense in this
Our left hand and our right we miss
Which clapped together made applause
For God and Primal Cosmic Cause.
But Cervantes and Bard strewn cold
Two wild Dreams in one dumb soil mold?

Let all the echoes flow in tides
Where comets are their flowering brides 

And Cervantes and bawdy Will 

Do windmill fight our hopes uphill
And rouse us up in nightmare bed
To cry: Quixote, Hamlet, dead?
In one fell day? Get off! Get. Go!
Such funerals I will not know.
Their graves, their stones, these I refuse. 

Lend me their books, show me their Muse. 
By end of day or, latest, week,
I bid Cervantes/Shakespeare speak
To brim my heart, to fill my head
With what? Good Don. Fine Lear. Not dead. Not dead! 


Bibliography
Ray Bradbury (2002): I live By The Invisible: New & Selected Poems. Clare: Salmon Poetry, pp. 13-15.


«POEMA ESCRITO AL SABER QUE SHAKESPEARE Y CERVANTES MURIERON EL MISMO DÍA» (RAY BRADBURY)
 
El gran Shakespeare desaparecido, Cervantes fallecido
y el sol que descinde al mediodía. El amanecer
rechaza la luz. El tiempo contiene el aliento
ante esta coincidencia de muerte
¿y puede ser?, ¡cómo puede ser
que estos dioses mellizos se marchen a la oscuridad
los dos el mismo día!, y que ninguno detenga
la siega de esta cruel cosecha
cada una en su campo, y cada una tan brillante,
ambas, ardiendo, alejaron la noche.
Aunque lanoche regresa para apropiarse de sus derechos,
¿A Liberar un Espíritu? ¡No! La Muerte se lleva dos.
Primero uno. El mundo anda desnivelado
¡pues dos! Y el mundo entonces se vuelve a equilibrar.
Dos choques de Cometas en na semana,
primero España, luego el boquiabierto rostro de Inglaterra.
El mundo se queda mudo de pánico y miedo,
la Antártida se derrite en lágrimas,
y los fantasmas de los Césares violentados surgen
como amazonas de ojos ensangrentados,
una edad ha concluido, aunque debe quedar
como testigo de un día brutal
en el que el absurdo Dios nos dejó solos
al dar muerte a Qilliam, y después al clon español.
¿Quién se atreve a intentar evaluar esas plumas?
Ya no volveremos a ver tales mellizos de nuevo.
Shakespeare ha desaparecido, ¿y Cervanes muert?
Los conductos de Dios están desangrados
y sin Luz, y terminado el barro,
pues dos Titanes se han ido en un solo día,
los dos derribados por un certero golpe de la muerte,
Cristo contempla con asombro sus heridas. Dios deja de respirar.
Y nosotros nos quedamos consternados por caídas mellizas,
la inmensidad del día horroriza
como si un tribunal de Reyes,
desde los Césares hasta nuestros Asuntos Reales,
un desfile de lujosa realeza
se ahogara en la obscenidad del Tiempo.
Alguien así lo ordenó: «Que mueran dos giganges».
primero un ojo y luego el otro,
Dios cerró el grande, ¿entonces el más grande sueño
no es bastante? No, parecería
un vacío meido lleno si Shakespeare, perdido
descendiera a la muerte justo alpistoletazo del ocaso.
Así pues lamentando, después riendo,
Dios cogió y llenó la otra mitad.
Cervantes avanzó por el umbral
para llenar y colmar el corazón del Cometa.
Dios los envió a los dos, estrellas gemelas cuyo fuego
alumbró ballenas y hermosas bestias de alquiler
y muchos años ya suspirando por los paseos
donde Cervantes más Shakespeare esconden
su caída. Ecos golpeteados por el Escenario
y aun así imaginamos nuestra atrocidad
porque donde se encuentra el sentido de esto
echamos de menos nuestra mano izquierda y derecha
que aplaudían juntas
a Dios y a la Primera Causa Cósmica.
Pero Cervantes y el Bardo helados
¿dos Sueños salvajes en un mudo molde de tierra?
Que todos los ecos fluyan con las mareas
donde los cometas sean sus novias florecientes
y Cervantes y el impúdico Will
disputen nuestras esperanzas cuesta arriba
y nos despierten del espantoso sueño
para gritar: «¿Quijote, Hamlet, muertos?
¿En un aciago día? ¡Déjalo!, venga. ¡Vamos!».
No veré tales funerales.
Sus tumbas, sus lápidas, las rechazo.
Prestadme sus libros, mostradme sus Musas.
Al final del día o, a más tardar, de la semana,
ruego a Cervantes/Shakespeare que hable
para colmar mi corazón, para llenar mi cabeza
¿de qué? Del Gran Don. Del buen Lear. No han muerto. ¡No han muerto!
23 de Abril de 1980


Referencia: Ray Bradbury, Poesía completa, Madrid, Cátedra, 2013, págs. 977-981 [Edición, Introducción y traducción de Jesús Isaías Gómez López]

miércoles, 23 de marzo de 2016



     He aquí uno de los Ray Bradbury más poéticos.  Something Wicked This Way Comes, publicada por Simon & Schuster en Nueva York, en 1962, es una composición de relatos donde el narrador captura el ambiente, la atmósfera y la brisa del comienzo del otoño y de las demás estaciones de la vida, tanto literalmente como metafóricamente.  La novela muestra el amor de Bradbury por la palabra, o por las palabras, en plural, con todos sus sentidos y en todas sus más diversas manifestaciones. Es así como Bradbury consigue crear un prolongado y sedimentado cuento sobre dos chicos de trece años durante los días de celebración del carnaval en su pueblo. Los dos están en el límite de la niñez y la madurez, deseosos de hacerse mayores, de llegar a ser alguien y de hacer algo importante en y con sus vidas. 
     El cambio se respira en el ambiente, en el viento que, procedente de la exuberante naturaleza del entorno, recorre el pueblo. Muchas cosas están a punto de acontecer y de transformar el pueblo y sus apacibles gentes. El barbero del pueblo enferma, y un cartel anuncia la llegada de un carnaval al pueblo. Los chicos salen a hurtadillas de sus dormitorios para verlo llegar, y con una mezcla de fascinación y miedo lo ven instalarse. El peligro se cierne sobre todos; pero ¿qué tipo de peligro?: ¿el peligro de madurar?; ¿el peligro del miedo?; ¿o el peligro del mal? El lenguaje es mágico y evocador, un homenaje a la metáfora: "Hubo un año en que Halloween llegó el 24 de octubre, tres horas después de la media noche ... Ambos tenían casi catorce, casi tembló en sus manos". 
     Los capítulos son breves, y en su brevedad bien podríamos creer estar leyendo poesía en estado puro. Los personajes, todos sin excepción, resumen y albergan la complejidad de la vida: "Jim permaneció como un corredor que acaba de llegar de una larga carrera, con la lengua fuera y las manos abiertas para recibir cualquier premio". Sorprende sobremanera que un libro publicado en 1962 siga aguantando el paso del tiempo con tal entereza. Los pensamientos sobre el sentido de la vida, la edad, el miedo o los miedos, siguen siendo vigentes hoy día. No es simplemente una colección de relatos de terror, tampoco lo que algunos denominan una "dark fantasy" ('fantasía oscura') es mucho más, una combinación perfecta de horror, misterio y fantasía,  ideal para incurables románticos de nuestro tiempo.